Una ducha de 5 minutos consume 100 litros de agua si se utiliza un cabezal normal y 50 litros con uno equipado con un reductor de caudal. En un baño se consumen hasta 250 litros de agua.
Una bolsa de plástico puede tardar hasta 500 años en degradarse y nunca llega a desaparecer: se convierten en microplásticos que pasan a todos los hábitats.
Los productos desechables generan emisiones en su producción, transporte y como residuo. Todo un proceso que en la mayoría de los casos tiene una alternativa reutilizable.
Tratar la materia orgánica genera compost, produce biogás para electricidad y evita emisiones de metano.
Además de reducir considerablemente tus emisiones de CO2 obtendrás un abono ecológico de buena calidad.
El desperdicio alimentario supone un gran impacto en el medio ambiente y una enorme pérdida de los recursos necesarios para su producción: agua, superficie agrícola y energía.
Si apagas las luces de las habitaciones en las que no estás, ahorras el 15% de tu consumo y unos 150 euros y 7,25 kg de CO2 al año.
Si cocinas tapando la olla, ahorras un 25% de energía y si, además, utilizas el tamaño adecuado puedes ahorrar hasta un 90%.
Podrás ahorrar hasta en un 24% tu consumo energético. Recuerda que por cada grado que bajes, el consumo de energía asociado con la refrigeración puede subir entre un 7 y un 11%.
Con bombillas LED ahorras hasta un 80% de la energía consumida en comparación con las bombillas tradicionales. Además, mejoras en calidad de luz.
El coche privado representa el 15% total de la energía consumida en España y, aproximadamente, la mitad de la energía que consumen las familias españolas.
Después de reducir todo lo posible, puedes compensar tu huella de carbono de la mano de proyectos que absorben o reducen CO2 y mejoran la economía local de los territorios en los que se implementan.
Los árboles son capaces de capturar CO2, contribuyendo así a la conservación de nuestros bosques y a la lucha frente al cambio climático.