Puedes ahorrar una media de 550.000 litros de agua a lo largo de tu vida si cierras el grifo mientras te lavas los dientes.
En España se consumen cerca de 10 millones de botellas de agua diarias, pero para producir 1 litro de agua embotellada se utiliza 300 veces más energía que para producir la misma cantidad de agua del grifo. Y no solo es más sostenible, ¡también más barato!
Una ducha de 5 minutos consume 100 litros de agua si se utiliza un cabezal normal y 50 litros con uno equipado con un reductor de caudal. En un baño se consumen hasta 250 litros de agua.
El consumo en los grifos del lavabo, en la cocina y en la ducha supone alrededor del 55 % del total de agua consumida en el hogar. Utilizando dispositivos ahorradores se puede reducir hasta en un 50 %.
El lavavajillas a carga completa consume 12 litros de agua, 9 veces menos que la que se emplea cuando se friega a mano.
Una bolsa de plástico puede tardar hasta 500 años en degradarse y nunca llega a desaparecer: se convierten en microplásticos que pasan a todos los hábitats.
Los productos desechables generan emisiones en su producción, transporte y como residuo. Todo un proceso que en la mayoría de los casos tiene una alternativa reutilizable.
Una lámpara reciclada permite ahorrar energía gracias a la recuperación de los materiales y reduce las emisiones de CO2 equivalentes a un viaje en coche de 41 km.
En España se generan un millón de toneladas de basura electrónica, de las que 750.000 podrían ser recicladas. ¡Recuerda este tipo de residuos al Punto Limpio!
El papel que se recoge en España equivale al volumen de 44 estadios de fútbol y supone el 71% del que utilizamos.
Cada persona genera en España alrededor de 500 kg de residuos al año y una parte de estos provienen de los envases derivados del consumo de alimentos. Evita consumir productos sobre-envasados.
Si apagas las luces de las habitaciones en las que no estás, ahorras el 15% de tu consumo y unos 150 euros y 7,25 kg de CO2 al año.
Si cocinas tapando la olla, ahorras un 25% de energía y si, además, utilizas el tamaño adecuado puedes ahorrar hasta un 90%.
El consumo de la calefacción supone el 57,1% del gasto energético en los hogares y, por cada grado que se incrementa, puede aumentar entre un 7% y un 11%
De este modo aumentarás la luminosidad sin que crezca el consumo eléctrico ni energético.
La programación de la temperatura de la calefacción permite obtener la temperatura adecuada en el momento necesario y conseguir hasta un 13% de ahorro de energía.
Con bombillas LED ahorras hasta un 80% de la energía consumida en comparación con las bombillas tradicionales. Además, mejoras en calidad de luz.
El 75% del consumo de energía de un ascensor se destina a la iluminación de la cabina y el 25% restante se utiliza para hacer funcionar el sistema de tracción del ascensor. Cámbiate a las escaleras: bueno para el planeta y para tu corazón.
Si utilizas los electrodomésticos a plena carga, optimizas su uso y ahorras dinero y CO2.
De este modo, las emisiones de CO2 serán cero, sin importar tu consumo. Y no te costará más.
Los equipos con etiquetado energético de la clase más alta son los más eficientes y pueden generar importantes ahorros en la factura eléctrica y menores emisiones de CO2. El menor consumo de energía a largo de la vida útil del electrodoméstico compensará su coste inicial.
Si compartes vehículo mejoras mucho la eficiencia energética y el índice de ocupación de vehículo.
El coche privado representa el 15% total de la energía consumida en España y, aproximadamente, la mitad de la energía que consumen las familias españolas.
Hay trayectos que hacemos en coche en la ciudad que son innecesarios. Si los hacemos en bici o andando no tardamos mucho más y nuestra salud y el planeta nos lo agradecerán.
Si compras en tiendas cercanas a tu casa y productos de proximidad, reduces las emisiones generadas por tu desplazamiento y por el transporte de los productos. Además, contribuyes a la generación de empleo local.
Consumir productos locales y de temporada tiene muchas ventajas: menos emisiones, mejor calidad de los productos y ahorro de dinero.
La inversión puede promover empresas y proyectos bajos en carbono (energías renovables o eficiencia energética) que promuevan una economía respetuosa con el clima.